REFLEXIONES DE UN CHEF CON SUERTE
El trabajo en equipo, hacer las cosas con el corazón y la importancia de ponerse en el lugar del cliente.
El viernes pasado realicé una prueba de menú para una boda en uno de los hoteles donde trabajo. El menú incluía partes complejas, pero tengo la suerte de formar parte de un excelente equipo de cocina. Estamos trabajando duro para mejorar nuestro servicio en cocina y en la sala a puertas de abrir un nuevo punto de venta y un claro reflejo de este duro trabajo es que los clientes quedaron encantados, lo cual me motiva dedicar tiempo a escribir el post de esta semana que me ha llevado casi cuatro horas.
Por regla general soy bastante tímido, cuando estoy trabajando en los fogones, me cuesta salir a las mesas de los clientes para saludar o ver cómo va todo, pero esto es lo que espera el cliente y es una herramienta buena para tener un contacto directo con ellos, así que me armo de valor y por lo general salgo a la sala. Además, si hay algún problema con una de las mesas, ver al responsable de cocina ya da pie a que el cliente note la preocupación por el problema en cuestión.
En eventos o pruebas de menú, es importante realizar esta visita a la mesa y trabajar codo con codo junto con la sala para tener empatía con las personas que nos han elegido para formar parte de su evento, es decir a los que han contratado o esperan contratar. En estas ocasiones, más que nunca, salgo a la mesa varias veces durante el servicio por dos motivos: para intentar calar a los clientes y conducir por buen camino todo el servicio desde la cocina, y para aclarar las dudas por ambas partes. Desde que comencé con este "sistema", no me ha fallado hasta ahora, para salir airosos de este tipo de pruebas. Tal vez sea por la confianza que se le da al cliente de que todo saldrá bien en su celebración. Y por qué no decirlo, también por mi carisma (un poquito de ego, como buen cocinero, no me viene mal 😜).
Como comentaba, en este ul último servicio que dimos como prueba de menú, a mitad de servicio, cuando me acerqué a la mesa, lo primero que escuché fue la pregunta "¿Y tú dónde has aprendido?, ¿Quién te ha enseñado?, Eres muy joven". Es curioso porque no es la primera vez que escucho lo mismo, tanto en pruebas de menú como en servicios de cartas.
Quiero reflexionar un poco sobre este tema. He sido un tipo con suerte, suerte que desde joven me dieron la oportunidad y me dieron alas, alas de chef para poder gestionar una cocina, crear casi a mi antojo y poder crecer como profesional. He tenido la suerte de relacionarme y trabajar junto a profesionales de los que he aprendido al máximo, tanto lo bueno como lo malo.
Tengo la suerte de tener una familia maravillosa que me ha dado y da unos buenos valores, y esos valores los intento inculcar en lo profesional. Ahora intento dar los mismos valores a los más pequeños de la casa.
De pequeño siempre me ha motivado saber el porqué de las cosas (mi primo no me dejaba tocar sus juguetes porque los abría para saber como funcionaban), y siempre he trasladado esta inquietud a la cocina y al servicio. Los pequeños éxitos los achaco a este principio y lo rápido que aprendo la mayoría de temas.
Tengo la suerte de caer siempre en buenos equipos, y yo no soy el bueno, los buenos son ellos, que aportan, dan dedicación y engrandecen lo que a priori parece un éxito individual. En hostelería, sin un trabajo en equipo, no se obtendría el éxito.
Suelo ponerme en el lugar de los demás, lo cual me ayuda mucho a entender lo que quiere el cliente o lo que estaría buscando. Trabajo en el sector servicio, por lo que sería un necio si trabajara bajo mis gustos y mis preferencias y no las del cliente.
Soy tozudo y algo cabezota, aunque encajo bien las críticas, no te negaré que me molestan, pero con el tiempo he ido aprendido que en realidad lo que me molesta es fallar, sobre todo a mí mismo. Siempre intento dar lo mejor de mí, y si no lo consigo, me puede generar frustración. También he aprendido que no se puede vivir en una burbuja de cristal recibiendo solo comentarios positivos; los comentarios negativos son oportunidades de mejora que ayudan al crecimiento personal y a mantenerse activo para estar a la altura de las exigencias de los demás.
No soy perfecto, ni tampoco del todo bueno en nada. Creo que nadie lo es, pero si una persona con suerte, con facilidad de adaptarse a cualquier situaciones y tiene la fortuna de trabajar en lo que le gusta. Además, tengo a personas en mi vida, que me aportan cosas buenas y me hacen ser una mejor persona y un mejor profesional. Recuerda que hace algunas semanas te comentaba sobre la gente tóxica y que trabajo para mantenerlas a ralla.
Esto resume en parte de la clave de mi éxito profesional y personal, a lo que me da felicidad y lo que me hace sentir afortunado.
Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, la única manera de estar realmente satisfecho es hacer lo que creas que es un gran trabajo y la única manera de hacerlo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado aún, sigue buscando. Como con todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabrás cuando lo hayas encontrado.
Steve Jobs
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🍗 UNA RECETA
Llevo varios días pensando en preparar una receta en casa: un Pollo Tikka Massala.
¿Has oído eso de "en casa de herrero, cuchillo de palo"? ejem, pero seguramente terminaré haciéndola, y me apetece compartirla contigo. Más que una receta, lo que te voy a compartir son las claves o pasos que me enseñó mi buen amigo Che Ming. Che Ming fue la primera persona con la que trabajé, y me ayudó a montar mis primeros bufets asiáticos y me enseñó los pequeños secretos de esta cocina. Ojo si eres purista de las recetas, ya que esto es solo una versión, aunque muy rica.
✐ Vamos al grano.
Corta jengibre fresco, cebolla, puerro y un poco de ajo. Déjalos pochar muy bien en mantequilla. La clave aquí es el pochado, y la cebolla es la que le dará la dulzura. Luego, añade las especias masala molidas. Si no quieres complicarte, puedes comprarlas ya preparadas en polvo, como Garam Masala. Deja rehogar las especias bien. Añade tomate frito, el de lata te vale, y casi a partes iguales, leche de coco. Es importante que la cantidad sea considerada para ambos ingredientes. Asa muslos de pollo sin hueso y sin piel en el horno, o aprovecha tu Air Fryer 😜. Es importante que sean sin hueso y sin piel. Cuando los tengas dorados, mételos en la salsa y déjalo cocer todo junto durante varios minutos.
Si quieres que te envíe una receta más detallada y con cantidades en los ingredientes, solo tienes que responder a este correo.
Thank you so much, Hary!!
Esto es lo que quería compartir en mi correo Número VIII.
¡Gracias por leer y que tengas un feliz fin de semana!
¡¡Nos leemos pronto!!