QUIERO SER EL BATERISTA DE UNA BANDA
Marcando el ritmo y colaborando para crear, adaptándome a diferentes situaciones y dirigiendo desde atrás.
Desde la adolescencia siempre me ha picado la curiosidad por la música a nivel instrumental. Tal vez todo comenzó con una flauta en el colegio.
Hace poco, Mario y Román, mis preciosos gemelos, tuvieron que practicar una canción en casa para luego grabarla y enviarla al colegio. Después de varias derrotas soplando por el tubo y entonando una canción, noté esa cara de satisfacción que sientes cuando haces un trabajo bien hecho y lo das por finalizado.
Creo que es maravillosa, esa satisfacción de crear algo por uno mismo que algunas personas experimentamos cuando nos embarcamos en un proyecto y luego cosechamos los frutos de esa creación.
Durante algún tiempo, chapurreé la guitarra de forma autodidacta. Estudiaba una canción, pulsaba las cuerdas y cada vez que salía algo que sonara medianamente bien, experimentaba esa sensación de haber creado algo con mis propias manos.
Hoy en día, todavía conservo esa misma guitarra es una esquina de casa con la que comencé a tocar y de vez en cuando torturo a mi familia tocando la misma canción una y otra vez. Pero que nadie me quite esa sensación de creación. 😆
Creo que una de las cosas que más me atrae en la música es la percusión. Nunca he tenido la oportunidad de tocar una batería. Lo más cerca que he estado es tocando la caja en una banda formada por la O.J.E.
Me hubiera gustado formar parte de esa organización durante más tiempo (si un día me animo, escribiré todo lo que me enseñó).
También he tenido experiencia tocando un djembe, un regalo de mi madre, que me acompaño durante muchos años en la playa, entre las olas y casetas de campaña, compartiendo muy buenos momentos con amigos.
Todavía me queda pendiente aprender a tocar la batería, espero que algún día llegue. Hoy quiero reflexionar sobre algo que ha estado rondando en mi cabeza durante los últimos tres fines de semana y compartir contigo por qué quiero ser el batería de una banda.
Me gustaría ser el baterista de una banda y voy a trabajar en ello. No me refiero a tocar ese instrumento con caja, bombo y platillos, me refiero al significado simbólico de tocar la batería en una banda.
El baterista es una posición clave en la sección rítmica de un grupo. Es el encargado de tocar de forma coordinada para marcar el ritmo y proporcionar la base para el resto de la banda. Ser el baterista podría significar ser un líder de equipo, una figura clave en un proyecto o iniciativa de grupo. Tiene la particularidad de coordinar a los demás miembros, establecer el ritmo y la dirección, y trabajar en colaboración con el resto del grupo para lograr un espectáculo sonoro.
Me gustaría ser responsable de marcar el ritmo y mantener el tiempo como si de una canción se tratara. Un líder es responsable de mantener el enfoque y la dirección de un proyecto, asegurándose de que todos los miembros del equipo trabajen juntos de manera efectiva.
Un baterista tiene que ser flexible y capaz de adaptarse a diferentes estilos de música. Un líder de equipo debe ser capaz de adaptarse a diferentes situaciones y desafíos, y encontrar soluciones creativas para superarlos.
Cada vez lo tengo más claro y me siento más a gusto siendo el baterista en una cocina, liderando desde atrás. No quiero ser ese cantante estrella, es verdad que nadie le amarga un dulce, pero me he cansado de los egos de mi profesión, los cocineros que piensan que son cirujanos de urgencias, o de la envidia que suele haber entre compañeros.
Aún tengo cosas que aprender sobre liderazgo y muchas otras de la vida, pero tengo claro que quiero tener la capacidad de influir en otras personas o grupos, inspirándolos y guiándolos hacia el logro de metas comunes.
Todos necesitamos un líder, pero un líder que esté a la altura de las circunstancias, como ese baterista que sabe cómo comenzar la canción, que sabe cuándo dar paso al solo de guitarra o bajar el ritmo para ceder el camino al cantante. Y por qué no, de vez en cuando levantarse de su taburete y comenzar con un solo para decir: "¡Hey, aquí estoy yo!"
Te dejo por aquí para "tu disfrute" un solo improvisado de Steve Gadd en compañía de Ralph MacDonald, donde en cada parte de su solo sabe qué tocar a la perfección y se moldea al ritmo en todo momento.
El cambio de ritmo del minuto 1:20 me vuelve loco. 🙃
Y esto es lo que quería compartirte este sábado.
Hace poco escuché un final que decía: "Esto es lo que tenía en mi cabeza, y ahora también está en la tuya".
Me encanta. 😅
Este ha sido el Número XXI.
¡Gracias por llegar hasta aquí!